Como ya es tradicional en Navidad, el Ayuntamiento de Zaragoza convierte la plaza del Pilar en un inmenso Belén, cuya superficie abarca 2400 m2. La entrada al itinerario se realiza a través de una portada que simula un castillo amurallado y el camino discurre a través de diferentes escenas representativas (el Portal, el Palacio de Herodes, el Zoco de Mercaderes o el Anuncio a los Pastores) con figuras a tamaño natural, construcciones y una decoración con plantas naturales y riachuelos. El Belén luce 30 sillares antiguos hallados en diferentes excavaciones arqueológicas realizadas en Zaragoza, también este año el belén incorpora 7 nuevas figuras que representan escenas tradicionales de los oficios aragoneses.
La verdad es que está muy bien logrado y la ambientación natural es preciosa.
